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Después de 16 años de experiencia clínica, como un apasionado de la investigación, he podido dedicar mi trayectoria a explorar las complejidades del ser humano, tanto a nivel analítico como a nivel emocional.

Mi dedicación no se ha limitado solo al análisis de datos y hechos, sino que se ha extendido a la comprensión de las emociones y la espiritualidad, reconociendo su influencia en la vida de las personas.

Como resumen respecto al comportamiento humano, podría deciros dos palabras que definen hacia que camino van a llevar a la persona (éxito/fracaso, enfermedad/salud), que son la “actitud” y los “hábitos” de vida.

Cada elección diaria es como un ladrillo que construye la estructura de tu día y, en última instancia, de tu vida. La consistencia en estos hábitos crea una base sólida que influye en todos los aspectos de tu existencia , y la actitud que vayas a tener en estos momentos de tu vida será crucial, ya que será lo que te llevará a construir tu realidad de la forma que tú quieres (tu creas lo que sucede en cada instante).

He podido ver durante todos estos años a personas con diferentes estilos de vida, hábitos y actitudes, y os diré una cosa:

No hay mayor lastre que los malos hábitos de vida y la actitud negativa o pesimista respecto a lo que te pasa o tienes que hacer frente en el futuro.

Y, por el contrario, no hay mayor poder transformador que unos hábitos firmes y constantes unidos a una actitud de positividad y confianza, y así lo he podido comprobar, y no científicamente, sino empíricamente.

Pacientes que no han conseguido resolver sus problemas de salud (incluso sin ser graves) porque han estado esperando sentados en el sofá que milagrosamente una dieta y unos suplementos le vayan a solucionar todos sus problemas.

Deportistas con unas increíbles aptitudes para conseguir el éxito deportivo quedarse en la mediocridad deportiva.

Personas con un increíble potencial mental e inteligencia quedarse estancadas y limitadas, habiendo dejado los estudios y llevando una vida que no les hace feliz profesionalmente.

Y, por el contrario, pacientes desahuciados, crónicos o de muy compleja situación, mejorar sus problemas de salud y volver a estar al 100%.

Deportistas sin condiciones físicas ni aptitudes deportivas llegar a convertirse en campeones.

Y personas sin grandes capacidades intelectuales conseguir aquel propósito de vida profesional que desde pequeños siempre habían deseado.

 

¿Qué fue lo que marcó la diferencia entre unos y otros?

Los hábitos firmes y la actitud, eso fue lo que marcó la diferencia entre un resultado y otro.

Si estás enfermo o tienes un problema de salud, deja de compadecerte y de quejarte, y levántate cada día con la mentalidad de superar y trascender todo aquello que te está limitando, y aun teniendo limitaciones físicas, energéticas o de cualquier tipo, da lo mejor de ti para llevar a cada día a un punto de mayor recuperación.

No esperes a estar bien para empezar a hacer cosas, empieza a hacer cosas nuevas para llegar a estar bien

Si eres deportista y quieres llegar lejos a nivel de competiciones, comprométete contigo mismo en dar el 100%, y con una disciplina militar entrena todos los días, aliméntate y supleméntate bien, y ten una mentalidad de ganador, aunque en momentos la mente te engañe y te haga ver que vales menos de lo que crees, cree en ti mismo y confía en que eres un completo ganador, porque esa mentalidad condicionará a tu cuerpo para que hagas y consigas cosas increíbles.

Si tienes una mente brillante y una gran capacidad intelectual, aprovecha eso que no todos tienen y saca el máximo provecho a todo tu potencial.

Determina que quieres hacer y conseguir en la vida (no lo que te han dicho tus padres o profesores) y trabaja intensamente hasta conseguirlo, y alcanza aquella situación de vida que te haga sentir pleno y feliz profesionalmente.

Ningún sueño se va a cumplir si no tomas acción y te esfuerzas día a día con una mente positiva.

He podido ver en todos estos años a personas sin talento ni aptitudes llegar a convertirse en campeones, y por el contrario personas con talento y aptitudes no llegar a NADA, solo a la más absoluta mediocridad a nivel deportivo y académico.

Enfermos crónicos y con enfermedades degenerativas llegar a revertir su estado deplorable de salud (hasta estar al 100%), y por el contrario, personas con enfermedades o trastornos funcionales fácilmente tratables convertirse en zombis andantes polimedicados.

¿Por qué unos con unas condiciones infinitamente más difíciles han logrado sus objetivos y sueños y por el contrario los otros no?

Con dos palabras podré responderos.

 

¡ACCIÓN Y ACTITUD!

Más vale 1 gramo de acción que 100 toneladas de intención

¿Quieres revertir tu enfermedad o trastorno funcional, o llegar a tus metas deportivas/ académicas/profesionales?

Primero de todo, antes de planificar todo lo que “deberías” hacer para conseguir tus objetivos de vida, tienes que integrar una cosa en tu mente.

Yo puedo, lo voy a lograr y voy a poner en cada segundo de mi vida la mejor actitud, positividad y confianza en lo que haga.

Esto es determinante, porque si empiezas tu planificación con una actitud de.. lo voy a intentar, vamos a ver que pasa si lo hago… veremos que sucede y en base a eso daremos más o menos… seguirás con tu vida mediocre estancado a nivel de salud, a nivel deportivo y a nivel académico/profesional.

Este es el primer paso como punto de partida, sentir e integrar todo esto, y a través de la convicción plena de que tu propósito se va a cumplir, ir a por ello hasta conseguirlo.

Todo esa intención, energía y proyección en tu mente y en todo tu ser será lo que te va a ayudar a que tus hábitos se cumplan, y que además, lo hagas desde la mejor actitud siempre (no importa que un día te duela la cabeza, estés cansado, tengas fiebre, hayas tenido un mal, día, etc.. no importará, lo trascenderás).

Una vez ya has hecho un cambio mental y espiritual en todo tu ser, planifícate todo lo que debes hacer en tu día a día, y cúmplelo, si lo haces verás como todo empieza a transformarse.

 

Eso sí, debes tener paciencia.

Otra de las cosas importantes (aparte de las que os he comentado-hábitos y actitud) a tener en cuenta y a aplicar en el día a día es la paciencia.

La gran mayoría de persona quiere conseguir las cosas con el menor esfuerzo posible y de forma rápida, y a la mínima de cambio, al no ver resultados, se rinden en su propósito, ya sea de adelgazar, revertir una enfermedad, llegar lejos a nivel deportivo o lejos académicamente o profesionalmente.

Ten paciencia, que además de ayudarte a conseguir lo que te has propuesto, te ayudará a estar estable emocionalmente, porque una persona con paciencia, no sufre tanto por las circunstancias de vida, y busca los mejores recursos desde la calma para afrontar todo lo que se presente por delante, con la máxima imperturbabilidad y temple (la clave para disminuir el sufrimiento).

Planifícate unos horarios y duerme las horas justas y necesarias, y aprovecha el día lo más inteligentemente posible.

Cada segundo de nuestra existencia es un regalo que debemos aprovechar de la mejor forma, así que aprovecha cada momento para conseguir todo aquello que te has propuesto dando lo mejor de ti.

Come los alimentos que tu cuerpo necesita a través de una alimentación variada y equilibrada, y sobre todo, desde la máxima amabilidad y flexibilidad, puesto que la comida es un acto que hacemos varias veces al día, y es importante vincularte con ella desde una emoción sana.

Y muy importante en este aspecto, come regularmente sobre las mismas horas todos los días, puesto que no hay nada que genere mayor desorden interno a nivel bioquímico que unos hábitos alimentarios inestables y cada día variados.

Y para que toda esta actitud sea lo más sana y transformadora posible, es importante tener en cuenta también ciertas actitudes emociones y sentimientos que no sirven de nada.

La lamentación, queja, autocompasión y la culpa, son otro de los mayores lastres que llevan a la persona a no conseguir evolucionar como ser humano, y en consecuencia a no conseguir alcanzar propósitos y objetivos.

-Respecto a la lamentación, de poco te va a servir sentir tristeza, pesar o dolor en respuesta a una pérdida, dificultad o situación adversa. Y si bien es natural y saludable expresar las emociones asociadas con situaciones difíciles, la lamentación puede convertirse en un problema si se vuelve constante o si impide que la persona avance y busque soluciones a los desafíos que enfrenta.

En bastantes casos, la lamentación constante puede contribuir a una situación de estancamiento emocional o dificultar el proceso de recuperación.

-Lo mismo sucede con la queja, esta tiene efectos limitantes en la vida de la persona, puesto que puede atraparla en un ciclo de negatividad y de no apertura de mente para valorar las posibilidades que se están presentando en su vida para crecer y evolucionar.

Esta queja constante indica una falta de resilencia frente a los desafíos. En lugar de abordar los problemas de manera constructiva, la persona se centra en la negatividad y en consecuencia tiene dificultades para recuperarse de las adversidades.

Es importante señalar que expresar las preocupaciones y frustraciones de manera ocasional es normal y puede ser saludable. Sin embargo, la queja constante, especialmente cuando no va acompañada de acciones para abordar los problemas, puede tener consecuencias significativas en diversos aspectos de la vida

 

Otro de los grandes lastres y que incluso puede ser adictiva es la autocompasion (del probrecito de mi).

Esta forma de autocompasión, que se podría denominar como de víctima tiene increíbles efectos limitantes.

La mentalidad del “pobrecito de mí” o la actitud de víctima puede manifestarse de diversas maneras, y las personas que adoptan este enfoque tienden a culpar a otros o a las circunstancias de vida por sus problemas en lugar de asumir responsabilidades y buscar el cambio.

Estos pensamientos reflejan una mentalidad que tiende a externalizar la responsabilidad y a culpar a factores externos por las dificultades personales. Cambiar este patrón de pensamiento puede ser un paso importante hacia el empoderamiento personal y el desarrollo de estrategias más positivas y proactivas para enfrentar los desafíos. La autoconciencia y el trabajo en la construcción de una mentalidad más orientada a soluciones son fundamentales para superar la mentalidad del “pobrecito de mí”.

Y respecto a la culpa, cuando se experimenta de manera persistente o excesiva, puede tener efectos limitantes en diversos aspectos de la vida.

La carga constante de culpa puede contribuir al desarrollo de la depresión, ya que la persona se sumerge en sentimientos de desesperanza y desvalorización.

Las personas que experimentan mucha culpa a veces pueden auto-sabotearse, impidiendo su propio éxito y felicidad debido a la creencia de que no lo merecen.

La culpa puede hacer que la persona se sienta culpable por experimentar alegría o felicidad, creyendo que no merece sentirse bien debido a errores pasados.

Estas 4 actitudes y emociones son uno de los mayores lastres que he podido ver en la gran mayoría de personas que han pasado por mi consulta, las cuales, no solo les estaba limitando la salud física, sino mental y emocional, y era lo que le estaba impidiendo generar hábitos correctos de vida unidos a una actitud positiva y proactiva.

 

Así pues, teniendo en cuenta todo esto, como consejo de vida te diría lo siguiente:

 

Transforma tu Vida a través de tus Hábitos y Actitud

La vida es cómo un viaje, y descubrimos que el secreto para alcanzar nuestras metas y vivir plenamente no radica solo en lo que hacemos, sino en cmo lo hacemos y cómo enfrentamos cada desafío. Los hábitos de vida y la actitud son las fuerzas impulsoras que moldearán tu destino.

 

Elige la Actitud Correcta

Me gusta llamar a cada día como un nuevo renacer, dado que la vida nos está regalando otro día para dar lo mejor de nosotros mismos, con nuevas posibilidades y oportunidades.

Así que es una nueva oportunidad para decidir cómo enfrentarás el mundo.

Adoptar una actitud positiva y proactiva te empoderará para superar cualquier adversidad.

La resiliencia y la confianza en tus capacidades son las llaves que abrirán las puertas a nuevas posibilidades.

 

Elimina las Barreras Emocionales:

La culpa, la autocompasión, la lamentación y la queja son sombras que oscurecerán tu camino.

Libérate de esas cargas emocionales.

En lugar de culpar, aprende; en lugar de lamentar, actúa, y abraza una mentalidad positiva y enérgica en cada momento de tu vida, para que la autocompasión y lamentación se desvanezcan.

 

Crea Hábitos Transformadores

Los hábitos saludables construirán la base para que tengas una vida plena.

Desde la alimentación hasta el ejercicio, cada elección diaria será una inversión en tu bienestar. Adopta hábitos que nutran tu cuerpo, mente y espíritu.

La consistencia en las acciones positivas creará resultados asombrosos con el tiempo.

Visualiza tu Éxito y Persíguelo

Imagina tus metas con claridad y concéntrate en el camino hacia ellas.

La visualización positiva fortalecerá tu determinación. No temas los desafíos; véelos como oportunidades de crecimiento.

Con cada paso, te acercarás más a la versión mejorada de ti mismo.

 


 

Otra de las cosas de las que me gustaría hablar antes de finalizar, es la que tiene que ver con la confianza, dado que creo que es de las más importantes.

Confiar en uno mismo, en los demás y en la vida

Cuando confías plenamente, el miedo se desvanece, porque la confianza es lo que te lleva a darte cuenta de que todo lo que tenga que venir estará bien, y que es parte del camino de crecimiento y evolución, es decir, dejarás de sufrir por lo que todavía no ha sucedido (causa principal del sufrimiento).

  • Confía en que vas a poder superar cualquier enfermedad o trastorno funcional (por complejo que sea).
  • Confía en que vas a llegar a conseguir tus metas y objetivos, ya sea deportivos/académicos o profesionales.
  • Confía en las personas. Quizás algunas te fallarán o decepcionaran en el camino, pero tu habrás dado lo mejor de ti, y eso es lo que tiene que hacerte sentir bien.

Diste lo mejor, con el máximo cariño y amor, y eso es lo que cuenta, aunque no hayas sido correspondido (a nivel profesional, familar, amistad o pareja).

Creo que la confianza nunca hay que perderla, por muchos problemas que hayas tenido, o por muchas decepciones que hayas experimentado, creo que confiar desde el inicio es una buena base para una relación sana y auténtica.

Y sobre todo, confía en la vida.

Esta, cada día nos está dando la oportunidad de ser mejores personas, de tener mejores relaciones con las personas que nos rodean, y de poder alcanzar nuestro objetivo y misión en la vida.

Hábitos firmes, actitud positiva y proactiva y confianza, la cual te llevará a que tus hábitos se sostengan en el tiempo, y que tu visión de las cosas siempre sea constructiva y te permita evolucionar como ser humano.

Me gustaría que pudieras tomar conciencia de todo esto que te he explicado, y que pudieras integrarlo plenamente para que así puedas seguir un camino de constante crecimiento y evolución, porque, la vida pasa volando, apenas somos una efímera parte de la existencia humana, y el día menos pensado llegara el final de nuestro camino.

¿No te gustaría mirar atrás cuando llegues a viejecito, y antes de dejar esta vida darte cuenta de que todo lo que has hecho en esta vida ha merecido la pena?

¿Qué has dado todo siempre (independientemente de los resultados) y que has ido hasta el final en cada cosa que te has propuesto en la vida?

Pon toda tu energía y atención en tu propósito, y te aseguro que todo lo que vaya sucediendo en tu día a día te llevará a ahí donde quieres estar.

“Aléjate de personas con energía negativa y tóxica, ya que solo te arrastrarán hacia su absoluta mediocridad existencial y de vida.”

Rodéate de personas humildes, auténticas, con gran corazón y con ganas de dar lo mejor de si mismas, para que ese camino que vayais a recorrer juntos sea de crecimiento para los dos.

Así que, ten en cuenta todo esto y empieza a tomar acción, con hábitos de vida firmes y con una confianza plena en que lo vas a lograr, y con una actitud de ganador ves hasta el final del camino, cueste lo que cueste.

No soy psicólogo, ni pretendo dar lecciones de vida, pero mi gran curiosidad por la investigación (física y espiritual) me ha llevado a ver las cosas de esta forma, y solo espero que pueda servirte de ayuda y guiarte hacia un camino de mayor salud, plenitud y felicidad.

Hábitos firmes, actitud positiva y proactiva, confianza y sobre todo mucho amor, por ti mismo, por los demás y hacia la vida.

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